ESTRATEGIAS PARA CONSEGUIR UN EQUILIBRIO CROMÁTICO.
Muchas veces se han creado utopías que dicen que crear
composiciones sencillas a partir de la combinación de colores planos resulta un
problema fácil de resolver. Aunque probablemente esto no sea del todo cierto si
no se sabe utilizar la unión de los colores de manera adecuada.
La clave estratégica para una imagen visualmente equilibrada
es la adecuación del uso de los colores primarios con sus complementarios o
afines. Esto puede resultar obvio, pero no siempre se lleva a cabo, y en una misma
imagen pueden dominar gran variedad de colores sin darle importancia a ninguno
en concreto, por lo que la imagen sería difícil de resolver visualmente.
Por lo tanto es aconsejable la utilización en primer término
de dos colores: un primario y uno de sus complementarios o opuestos, y
matizarlos con blanco o negro para evitar que los dos tengan excesivo
protagonismo.
Por ejemplo, creamos una composición que contenga los
siguientes colores: azul, rojo y negro. La utilización del negro se emplearía
en una pequeñísima proporción para matizar los tonos y que la imagen quede
integrada. Es decir, el negro es en este caso un nexo para reforzar la unión entre
dos colores contrastados.
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